Al despertar no siempre apetece levantarse, pero... pensar en los tres placeres que me esperan, con los ojos aún cerrados, me hacen saltar de la cama.
Un zumo, un café y una ducha ¡sueños para salir del sueño! y valorarlos cada día como si no fueran rutina. Es una de mis claves para ser dichosa: vivir como nuevo lo cotidiano.
La mayor parte de los días es un zumo de naranja. Su dulzura hace sonreír y el escalofrío de su acidez despierta.
Pero, con algo más de tiempo, podemos ser creativos y ¡cambiar de sabores!
De piña con pera, de pomelo rosa, de melón y manzana o el de naranja coronado con yogourt batido... y en unos preciosos vasos ¡fundamental!
Es delicioso el zumo de sandía. En verano suelo tener congeladas bolitas de sandía a modo de cubitos de hielo , para añadir a la pulpa licuada. También podemos hacer las bolitas y añadirlas sin congelar. En ambos casos tenemos asegurado un suave placer matutino o a cualquier hora del día. Maravilloso saber disfrutar del olor de unas hojas de hierbabuena o de albahaca frescas.
Las posibilidades son infinitas si aprovechamos las frutas de temporada: uvas en otoño, clementinas en invierno, fresas y cerezas en primavera, nectarinas y albaricoques en verano...y más.
Una opción estupenda para una quedada con amigos es una cata de zumos... Es saludable , divertido y diferente... y el éxito está garantizado si la presentación es en probetas ¡mira!
Existen muchas opciones de presentación, pero esta es especialmente atractiva. Buscar algo similar, ya montado, en tiendas, supone pasar una tarde entretenida; diseñar o comprar y montar uno mism@ el soporte, será tiempo de relax para bricolager@s. Puede interesarnos esta página de Opitec Hobbyfix.
No olvidaremos las moras, arándanos, grosellas,ciruelas...
Para inspirarnos esta preciosa foto collage de Banco de imagenes
Con sumo gusto y un zumo de manzana cierro esta entrada.