Voy preparar un chocolate y ¡como no! mis filigranas no van a faltar.
Fundo chocolate negro de pastelería al baño María. Lo dejo enfriar dos minutos. Con una manga pastelera o un papel para horno en forma de cucurucho, trazo, sobre otro papel de horno, mis filigranas.
Meto al frigo unos minutos para endurecerlas y las separo, con delicadeza, del papel.
En el tazón, vaso o platillo ¡quedan preciosas! y mordisquearlas es un placer.
Lucen de lujo sobre una mousse de chocolate o en un batido natural.
Sobre una nube de nata ¡ummm!
Mi entrada Puntillas para ¿puntillosos? tiene también su aquel. Si te ha gustado esta puede interesarte.
Vuelvo a la lectura.
¡Cómo llueve!
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