Hace años que intento trabajar mi consumismo, mi apego a los objetos, mi debilidad por acumular cosas bellas…
No es fácil resistirse, es atávico… empezamos de niños con los cromos , las canicas, los recortables … y continuamos el resto de la vida.
Ahora coleccionamos enlaces en “favoritos” o “entradas de blog”. Sin llegar a padecer el “Síndrome de Diógenes” reconozcamos que somos acumuladores y pongámosle coto.
Démosle valor decorativo a nuestra debilidad. La casa acota: poco, bueno y brillante frente a mucho y "empolvado".
Algunas ideas:
+ Reúne todos tus candelabros sobre una mesa supletoria o en la embocadura de la chimenea.
+ Las viejas doñas juanas de Alhóndiga acumuladas en el recibidor, con una gran cerámica que rompa la uniformidad. O en el mirador sustituyendo las plantas de siempre.
+ Tus lecheras de latón, plata, alpaca, anudadas con lazos en atillo y colgadas en la pared de un bonito gancho.
+ Renueva tu pared, de platos colgados, con un tono impactante, súbele el tono.
+Cerámica sobre peanas de escayola ¿Una o dos colecciones?
+ Relojes con valor afectivo, pero en desuso ¡enmárcalos! Bisutería especial traída de tus viajes o la de diario ¡decora con ella!
+ Globos terráqueos sobre un armario bajo. Umm.
+ Dispensadores de pastillas Pez. El diseñador David Delfin (mira como ha llamado a su colección verano 2011) encontró su ubicación ¿locura? Sí, pero de las de categoria.
+ Columnas de piedra… imprescindible casa grande.
+ Caparazones de tortugas africanas y caribeñas ¡Excéntrico, espectacular? También.
+ Tarros con arena de los paraísos visitados. Sencillo y adorable.
+ Bibelots, figuritas… dálmatas, Mao en colores, el mundo del circo ( tambien David Delfin tiene estas joyitas) …
No será la última vez que la acumulación, la colección, nos seduzca… Ayuda a posar la mirada, a evocar lugares y tiempos… a escapar unos segundos…