Además de hablar con ellas ¡ escuchan con atención y no interrumpen nunca! ¿que tal "alimentarlas" sabrosamente?
Varias opciones posibles, todas ellas simples, caseras, al alcance del bolsillo y eficaces:
* Dos cucharadas de café o té ya infusionado . Una vez al mes.
* Unas gotitas de vino tinto. Disfrutamos de un buen vino, en buena compañía... y, antes de tirar la botella, aclaramos y ponemos "piripis" los tiestos. Aquí no hay dosis...no dejaremos demasiado en el fondo y con el alcohol.... ya se sabe... muy relativo
* El caldo de cocer verduras es rico en minerales y otros nutrientes. Suelo aprovécharlo, una vez frío, para mis jardineras.
* El agua de los jarrones de flor cortada se cambia cada día, me sirve entonces para el riego de las plantas. Nunca les doy la pestilente y corrompida agua del jarrón que olvidé renovar.
* El agua del acuario ¡igual!.
* Los viejos clavos o pequeñas piezas de hierro enterrados, abonan y son magníficos como azuleadores de hortensias.
Son trucos y abonos naturales, respetuosos con el medio ambiente y ¡sobre todo! reutilizamos, ahorramos agua, bien escaso a preservar.