lunes, 6 de junio de 2011

Mimos para mis plantas.

Además de  hablar con ellas ¡ escuchan con atención y no interrumpen nunca! ¿que tal  "alimentarlas" sabrosamente?
Varias opciones posibles, todas ellas simples, caseras, al alcance del bolsillo y eficaces:

*  Dos cucharadas de café o té ya infusionado . Una vez al mes.
*  Unas gotitas de vino tinto. Disfrutamos de un buen vino, en buena compañía... y, antes de  tirar la botella,  aclaramos y ponemos "piripis" los tiestos. Aquí  no hay dosis...no dejaremos demasiado en el fondo y  con  el alcohol.... ya se sabe... muy relativo
* El caldo de cocer verduras es rico en  minerales y otros nutrientes. Suelo aprovécharlo, una vez frío, para mis jardineras.
* El agua de cocer huevos, también les va bien. Parece ser que hace que verdeen y brillen más las hojas. Las cascaras de esos huevos, trituradas, son un excelente abono.
* El agua de los jarrones de flor cortada se  cambia cada día,  me sirve entonces para el riego de las plantas. Nunca les doy la pestilente  y corrompida  agua del jarrón que olvidé renovar.
* El agua del acuario ¡igual!.
* Los viejos  clavos o pequeñas piezas de  hierro enterrados,  abonan y son magníficos como azuleadores de hortensias.
Son trucos y abonos naturales, respetuosos con el medio ambiente y ¡sobre todo!  reutilizamos, ahorramos agua, bien escaso a preservar.